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Alternativas a las bolsas desechables.

Foto del escritor: DachaDacha

Las bolsas de plástico que nos ofrecen los supermercados, tiendas y demás comercios pueden tardar hasta 400 años en degradarse comparado con su uso normal, el cual es de unos minutos o máximo algunas horas.


Fabricadas en polietileno, policloruro de vinilideno y policloruro de vinilo, las bolsas plásticas suponen un gran reto ambiental debido a su popularidad en prácticamente todo el mundo por su capacidad de carga contra su costo de producción. Aunque los gobiernos pueden realizar esfuerzos para reducir el uso de estas bolsas (en Querétaro, México y en Chile se prohibió el uso de las bolsas de plástico) es nuestro deber como usuarios buscar alternativas para reducir el consumo de estos productos desechables:

Canastas

Hechas de mimbre, junco y otros materiales orgánicos, nos permite almacenar mucho producto y transportarlo fácilmente. Su flexibilidad es menor a las bolsas pero sus principales ventajas frente al plástico están en su uso continuo y que, al desecharse, tarda considerablemente menos tiempo en descomponerse (dos a tres años, dependiendo las condiciones).


Bolsas biodegradables

Existen bolsas similares a las de plástico fabricadas en productos orgánicos (como yuca) o de minerales (piedra caliza). En ambos casos, la ventaja es que el producto orgánico se descompone con mucha mayor velocidad e incluso se disuelve en agua en pocos minutos, dejando tras de sí sólo un resto fácil de ser degradable o reutilizable.

Costales

Fabricados con yute, algodón u otros materiales similares, son muy resistentes y pueden utilizarse en varias ocasiones. Algunos suelen tener asas y cordones en la parte superior para facilitar la transportación de productos. Sirven especialmente si sueles comprar los productos en volumen.


Bolsas no plásticas

Hechas de papel, tela y demás, tienen la misma versatilidad de las bolsas de plástico grandes. Recordaremos a nuestras abuelas o mamás pues eran un clásico para ir al mercado hace no muchos años. Incluso las hechas de plástico no desechables nos pueden servir pues se utilizan varias veces, aunque no es la solución ideal pues al pasar su vida útil nos dejan un problema similar al de la bolsa desechable.



Carritos de compras

Similares a las mochilas o maletas con llantas, nos permiten transportar muchos kilos de productos con la ventaja de no cargar el peso. Como sucede con todas las opciones, buscar una con mayor contenido de metales y telas en vez de plástico que faciliten el reciclaje o degradación de sus piezas una vez pasada su vida útil.


Busquemos éstas y otras opciones para reducir nuestra dependencia al plástico y realizar un gran cambio por el planeta.


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